Como una loca te busqué, por detrás de cada puerta, a través de cada ventana, pero en ningún lugar te encontré. No podía darme cuenta, tu sombra me tenía cegada, me tenía afuera de mi mente, tu labios recordaba, torturándome, mientras tu piel en mis recuerdos recorría, recuerdo tus ojos miel entrecerrados, tan exquisita siempre, tan bella.
Entonces me perdí nuevamente, ya no sabía dónde me encontraba, tu recuerdo me agobiaba, pero aun así ¿Cómo es que aún no era capaz de dejar tu recuerdo ir? Porque es así, lo único que me mantenía en este estado era tu recuerdo, en un dolor insoportable, en unas lágrimas incontrolables, en una incertidumbre que me quemaba el alma... Así era, pero como una tortura inminente volvía a recordar... Fui yo quien te perdió.
No entiendo... ¿Cómo es que hablo de pasado cuando aún te siento presente?
sábado, 25 de diciembre de 2010
martes, 7 de diciembre de 2010
Psychoanalysis by Freud
El acto fallido se manifestó con rapidez, lo sabía inconscientemente gracias a lo que albergaba mi mente. No podía, mi no querer y el resultado, dejaron en mi la sensación de incapacidad. Observaba cuan enferma persona con delirios de persecución miraba a su alrededor, estrechándose la cabeza como si los malos pensamientos se los pudiera sacar con las manos. Los sueños, resultado del miedo en mi y de la ansiedad que tenía mi inconsciente por liberarse de estos, los revivía en mi mente, cada segundo, cada minuto que pasaba observaba también el vacío concentrándome en la crueldad de lo soñado como si el dolor fuera actual, como sino hubiera dolor más grande que el que liberaba mi mente...
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