sábado, 22 de enero de 2011

Sentí mi corazón latir fuerte, fue una sensación extraña desconocida, pero fue cuando escuche tu voz y mi cuerpo se paralizo, ya no podía pensar algo, tu rostro llenaba por completo mi mente y el cosquilleo en mi cuerpo era incesante. Y de pronto me hallaba en el ojo del huracán, el viento acariciaba mi rostro y todo parecía estar en cámara lenta, la sensación extraña recorría desde mis pies hasta mi rostro, turbándome, mareandome, enloqueciendome y ya no pude mas, me vi paralizada ante su risa...